¡Una casita de chocolate en la biblioteca!

Esta mañana me levanté con gritos lejanos de algunos niños. "¿Qué estará pasando?", me pregunté mientras salía de mi rinconcito favorito de la biblioteca, el de los cuentos infantiles. Justo en ese momento me quedé estupefacto ante lo que tenía delante de mis ojos...

¡¡UNA CASITA DE GOMINOLAS Y CHOCOLATE!!

Casi se me sale el corazón de emoción. ¿De quién sería esa casita tan bonita? De fondo seguía escuchando algunos gritos de niños, y empecé a preocuparme un poco... ¡Voy a asomarme por la ventana de la puerta! Y justo cuando me acerqué a la ventana...

¡¡NO PUEDE SER!! ¡¡ES UNA BRUJA!!

Corrí a esconderme entre los libros más pesados de toda la biblioteca (las enciclopedias) para que esa bruja tan malvada y horrorosa no pudiese encontrarme jamás. Allí me quedé un buen rato hasta que de repente escuché a algunos niños entrando en la biblioteca. ¡Al fin! Habían venido a rescatarme. Me asomé entre un libro y otro, y vi a los niños sentándose en las sillas... ¡Y  A LA BRUJA ENTRANDO EN LA BIBLIOTECA! 

Era mi peor pesadilla. ¡Una bruja en MI biblioteca! Seguí observando entre los libros y los niños parecían igual de asustados que yo...¿Seríamos la cena de la bruja esa noche?

Entonces...la bruja empezó a hablar.

- Queridos niños... -Su voz era tan desagradable como una tiza cuando chirría en la pizarra- ...hoy vengo a contaros un cuento. Soy una bruja que ha venido desde muy lejos para contaros la historia de la casita de chocolate de mi hermana, una bruja muy muy mala.

¡Parecía interesante! Asomé la nariz y abrí mis orejas para escuchar el cuento que nos iba a contar la bruja. Se llamaba "Hansel y Gretel"

Sinceramente... ¡El cuento me encantó! Y a los niños y niñas también... estuvieron toda la historia como yo, con los ojos abiertos como platos y escuchando atentamente. Al final... la bruja no era mala, y nos hicimos fotos con ella.

Era tan buena que... ¡Les dio a los niños fichas del cuento para colorear!

Al final nos lo pasamos todos muy bien con la bruja, pasamos miedo, pero también nos reímos, coloreamos y... ¡Nos comimos la casita entera! ¡Ñam, ñam!